La aptitud física es de gran importancia en nuestra vida. Si el cuerpo está en buena condición física, podemos entonces realizar bien todas nuestras actividades en la vida. Por lo tanto es importante correr o hacer ejercicios físicos todos los días para llegar a ser fuertes, saludables y dinámicos.
… Tenemos el cuerpo y tenemos el alma. Una persona espiritual ha de dar igual importancia al cuerpo y al alma. Si sólo le presta atención al cuerpo, si se vuelve físicamente fuerte pero espiritualmente muy débil, entonces no habrá para esa persona ni paz mental ni felicidad interna. Así mismo, si sólo le presta atención a la plegaria y a la meditación y descuida el cuerpo, entonces su cuerpo no será un instrumento apto para revelar y manifestar a Dios.
Si alguien no hace ejercicio para nada, entonces el físico estará sin luz, será letárgico y un impedimento verdadero para el aspirante. Si la conciencia física no aspira, quedará separada del alma. El físico ha de aspirar a su propia manera para aumentar su capacidad de modo que pueda mantener la luz. Entonces, la aptitud física y la espiritualidad deben ir juntas. Es como tener dos piernas. Con una sola pierna no puedo caminar; necesito de las dos piernas para alcanzar mi punto de destino.
– Sri Chinmoy
in “The Outer Running and the Inner Running“. Traducido por Suchana.