“El Ashram Sri Aurobindo tiene muchas áreas de trabajo donde los ashramitas pueden prestar su servicio desinteresado. La Madre era tan amable con Chinmoy que le permitía cambiar de tareas frecuentemente. Trabajó en la sección de electricidad y también en las de fabricación de papel, fabricación de lapiceras y encuadernación de libros. Pero su tarea favorita era lavar los platos.
Tenía que sentarse al lado de un gran caldero de agua jabonosa. Cuando los ashramitas terminaban de comer, venían y echaban gentilmente sus cuencos en el caldero, y Chinmoy los limpiaba cuidadosamente. Algunas veces, sus queridos amigos tiraban los cuencos de tal manera que el agua sucia salpicaba encima.
Pero Chinmoy era muy feliz haciendo ese trabajo. Él dijo: “Esta es para mí la oportunidad dorada de no ser molestado por la mente.”
Tales son los caminos del destino que todo estaba a punto de cambiar en la vida de Sri Chinmoy. En varias ocasiones ocurrió que el Secretario general del Ashram, Nolini Kanta Gupta, vio a Chinmoy limpiando los platos. No aprobó este trabajo en absoluto, porque vio una gran promesa en el joven. … Nolini-da le pidió que fuera su secretario personal: “En la biblioteca hay cientos de archivos. Mucho antes de que hubieras nacido, empecé a escribir. Tienes que repasar todos estos archivos y familiarizarte con ellos. Y tienes que traducir mis escritos del bengalí al inglés con regularidad. Cada mes debería publicarse algo en Madre India.”
Y así Chinmoy comenzó su nueva y muy sagrada tarea. Este trabajo duró desde 1958 hasta 1964, cuando se fue a América para ofrecer su servicio desinteresado a los buscadores espirituales de Occidente.”
-La Vida Luminosa de Sri Chinmoy, Manifestation-Glow Press. NY. 2005
En infinitas formas –más de 22.000 cantos y 80.000 poemas y numerosos textos en prosa- Sri Chinmoy ha puesto de manifiesto su relación con el Altísimo, el Uno o el “Supremo” como él prefería llamar al Creador.
¨Con seguridad, el Reino de los Cielos es más que sólo un plano, como otros planos. Es un plano de Conciencia divina. Es un estado de Realización. Esta es la razón por la que en la India solemos decir Atmanam Viddhi -“Conócete a ti mismo.” Si te conoces a ti mismo, entonces conoces al Supremo, porque en esencia no hay diferencia entre tú y Él. La realización del Ser es la realización de Dios, y la realización de Dios es la realización del Ser. Por este motivo también decimos en India Soham asmi -“Yo soy Él” y Aham Brahman -“Yo soy Brahman”. En el mismo cauce, todas las tradiciones esotéricas han mantenido siempre que el verdadero conocimiento se encuentra buscando dentro. Por esto Jesús dijo: “El Reino de los Cielos está en tu interior.”
-Sri Chinmoy
El Supremo y la Creación, Centro de Meditación Sri Chinmoy – San Francisco. 1980.
Sri Chinmoy: Primero usted tiene que leer algunos libros espirituales que le expliquen las distintas maneras de comenzar a meditar. Luego comience. Pronto verá que la lectura de los libros no es suficiente. Sentirá que necesita un maestro que conozca el tiempo de meditación que se acomoda mejor a su naturaleza y a su alma. Si no tiene un maestro, rece a Dios para que revele en su interior el tipo de meditación que usted debe adoptar. Entonces, durante un sueño o en sus momentos silenciosos, Dios le hará sentir lo que debe hacer. Ahora puede iniciar su viaje.
Cuando su meditación es correcta, sentirá una especie de alegría en todo su cuerpo. Pero si no siente esa alegría, si por el contrario, siente tensión o perturbación mental, ha de saber entonces que el tipo de meditación que está haciendo no es el adecuado para usted y no es aconsejable. Cuando obtiene un sentimiento de alegría interna espontánea, entonces la meditación que ha adoptado es correcta.
Hemos de empezar nuestro viaje con inspiración, tenemos que sentir cada día dentro de nosotros, en todas nuestras actividades, la necesidad de inspiración. Sin inspiración no puede haber un logro adecuado. Luego hay que dar un paso más adelante. Después de la inspiración hemos de sentir la importante necesidad de la aspiración. La aspiración no lo es todo. Tenemos que aspirar a alcanzar el Todo Dorado, a ver las Orillas Doradas del Más Allá, el siempre trascendente Más Allá. Esto es lo que esperamos de la aspiración, la llama ascendente en nosotros.
Pero la aspiración sola tampoco es suficiente. Hemos de meditar. La aspiración incluye la meditación. Cuando meditamos, hemos de sentir que estamos entrando en la Infinitud, la Eternidad y la Inmortalidad. Estos no son términos vagos, sino nuestras verdaderas posesiones. Entrar algún día en nuestras propias posesiones divinas –Infinitud, Eternidad, Inmortalidad- es nuestro derecho innato. Luego, cuando vamos avanzando en la meditación, cuando la meditación comienza a ofrecernos su fruto, entramos en el reino de la realización. Realizamos la Verdad más elevada en este cuerpo, aquí en la tierra. No hemos de ir a ningún otro sitio para realizar a Dios. No tenemos que entrar en una cueva del Himalaya o sentarnos en una montaña nevada para practicar la espiritualidad. No. Aquí en la tierra, en el ajetreo de la vida, hemos de practicar la espiritualidad. Hemos de aceptar la tierra tal como está, tal como es. Si tenemos miedo de la tierra, si huimos de la tierra, la Realización de Dios siempre será un clamor lejano. Es aquí en la tierra donde hemos de realizar la Verdad más elevada.
-Sri Chinmoy
La Enseñanaza Silenciosa – Manual Práctico de Meditación.
“¿Qué es la vida? Es la única oportunidad del alma para manifestar y colmar al Divino aquí en la tierra. Cuando la vida comienza su viaje, el Infinito le estrecha la mano. Cuando se halla a media jornada, la Eternidad le estrecha la mano. Cuando se acaba el viaje de la vida, la Inmortalidad le estrecha la mano. La vida experimenta la perfección cuando vive en la espiritualidad. Cuando vive en la espiritualidad, en el respiro de Dios, se sitúa muy por encima de los mandatos de la moral y las demandas del deber.
Dios le dice a la vida humana: “¡Levántate, despierta, aspira! Tuya es la meta.” La vida humana le dice a Dios: “Espera, estoy descansando. Estoy durmiendo. Estoy soñando.” De pronto, la vida se avergüenza de su conducta. Llorando, dice: “Padre, ya voy.” Palpitando, dice: “Padre, me estoy acercando ya.” Sonriendo, dice: “Padre, ya he llegado.”
La vida –el problema- puede ser resuelto por el alma –la solución-; pero, para ello, hay que estar, primero, despierto interiormente.”
¿La resurrección llega cuando se alcanza la perfección en el cuerpo y en la mente ?
Ahana (Sra. Blanca Bueso)
San Juan, Puerto Rico,
5 de julio de 1967
Sri Chinmoy: ¿La perfección del hombre en el cuerpo y en la mente? El hombre puede ser perfecto en el alma, en el corazón, en la mente, en el vital y eventualmente incluso en el cuerpo. La perfección debe descender en todos los niveles. Si el hombre logra la perfección en el cuerpo físico, entonces el cuerpo será transformado automáticamente, pero eso tomará unos pocos siglos.
Hay dos procesos. Lo que denominas resurrección, yo deseo llamarlo transformación. La resurrección significaría (como lo es en la tradición cristiana) que abandonaríamos el cuerpo físico, ascenderíamos a un mundo más elevado, luego que descenderíamos otra vez y animaríamos el cuerpo inerte con una consciencia más elevada de la que teníamos antes. Este proceso no sería necesario. Durante millones y millones de años, el cuerpo ha estado en la oscuridad, este cuerpo físico, pero no el corazón, no el lama, no la mente. Por lo tanto a este cuerpo físico, en el curso de la evolución, e tomar unos pocos cientos o incluso mil años hasta ser perfeccionado. Cuando haya alboreado la perfección en la mente, en el corazón, y en el alma y cuando el alma dentro del cuerpo esté plenamente realizada por el ser externo, en ese momento, no habría dos modos de vivir en la tierra. Un modo es esta transformación que es la perfección completa del cuerpo. El otro modo será lo que puedes llamar la divinización del cuerpo. Hasta el momento, si quieres hablar en el estricto sentido del término, el cuerpo no es divino; no está divinizado. Sin embargo, con aspiración y realización interna, todo será divinizado. Entonces, un proceso es la transformación y la perfección física del cuerpo humano acá en la tierra, lo cual es similar a lo que denominas resurrección; el otro es la divinización, en la cual todas las funciones del cuerpo físico pierden su naturaleza mecánica, automática y están controladas directamente por la voluntad interna. Todo en el cuerpo será luminoso, maleable y totalmente al servicio directo, proveedor de la divinidad interna, el alma.
Un buscador corriente, en el futuro, tendrá la capacidad de transformar su cuerpo físico utilizando su Luz espiritual y sus poderes espirituales internos. Su perfección corporal será divinamente ¨normal¨ en esa época. En el caso de una persona realizada, sin embargo, su cuerpo físico no sólo estará transformado y hecho perfecto, sino que también estará divinizado. No tendrá que regresar y tomar otra encarnación para tener un cuerpo divino o perfecto.
Luego existe un tercer método. Ese método es que el comienzo de la existencia humana no tendría lugar aquí en la tierra. El alma tomará su forma física, su modelo humano en el mundo psíquico. En el mundo psíquico, el alma será capaz de unirse a un revestimiento o forma física, un cuerpo divino ya creado. Entonces, en esa época, ya no será más necesario para el alma realizada espiritualmente el penetrar en una madre humana, en el cuerpo humano. En ese momento, será detenida la procreación para aquellas personas realizadas espiritualmente. Ellas ya no entrarán ya no entrarán más en la tierra a través del nacimiento humano. Pero en los seres humanos corrientes, continuará la procreación.
Así como salimos del reino animal y vemos todavía a nuestro alrededor a monos, elefantes, perros y todo lo demás, así estos seres divinizados estarán rodeados de seres humanos comunes y corrientes. Pero después de miles y miles de años, millones de años probablemente, habrá una creación dorada. Será la creación de los seres divinizados, transformados. Será una nueva Era Dorada.
Dios le dice a la vida humana: “¡Levántate, despierta, aspira! Tuya es la meta.” La vida humana le dice a Dios: “Espera, estoy descansando. Estoy durmiendo. Estoy soñando.” De pronto, la vida se avergüenza de su conducta. Llorando, dice: “Padre, ya voy.” Palpitando, dice: “Padre, me estoy acercando ya.” Sonriendo, dice: “Padre, ya he llegado.”
Hay dos procesos. Lo que denominas resurrección, yo deseo llamarlo transformación. La resurrección significaría (como lo es en la tradición cristiana) que abandonaríamos el cuerpo físico, ascenderíamos a un mundo más elevado, luego que descenderíamos otra vez y animaríamos el cuerpo inerte con una consciencia más elevada de la que teníamos antes. Este proceso no sería necesario. Durante millones y millones de años, el cuerpo ha estado en la oscuridad, este cuerpo físico, pero no el corazón, no el lama, no la mente. Por lo tanto a este cuerpo físico, en el curso de la evolución, e tomar unos pocos cientos o incluso mil años hasta ser perfeccionado. Cuando haya alboreado la perfección en la mente, en el corazón, y en el alma y cuando el alma dentro del cuerpo esté plenamente realizada por el ser externo, en ese momento, no habría dos modos de vivir en la tierra. Un modo es esta transformación que es la perfección completa del cuerpo. El otro modo será lo que puedes llamar la divinización del cuerpo. Hasta el momento, si quieres hablar en el estricto sentido del término, el cuerpo no es divino; no está divinizado. Sin embargo, con aspiración y realización interna, todo será divinizado. Entonces, un proceso es la transformación y la perfección física del cuerpo humano acá en la tierra, lo cual es similar a lo que denominas resurrección; el otro es la divinización, en la cual todas las funciones del cuerpo físico pierden su naturaleza mecánica, automática y están controladas directamente por la voluntad interna. Todo en el cuerpo será luminoso, maleable y totalmente al servicio directo, proveedor de la divinidad interna, el alma.
Luego existe un tercer método. Ese método es que el comienzo de la existencia humana no tendría lugar aquí en la tierra. El alma tomará su forma física, su modelo humano en el mundo psíquico. En el mundo psíquico, el alma será capaz de unirse a un revestimiento o forma física, un cuerpo divino ya creado. Entonces, en esa época, ya no será más necesario para el alma realizada espiritualmente el penetrar en una madre humana, en el cuerpo humano. En ese momento, será detenida la procreación para aquellas personas realizadas espiritualmente. Ellas ya no entrarán ya no entrarán más en la tierra a través del nacimiento humano. Pero en los seres humanos corrientes, continuará la procreación.